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CUERNAVACA, Mor., 4 de abril de 2016.- La Escuela Serenissima Tepozteca fue creada en 2009, bajo la Dirección de Andreas Toffanin, con el firme propósito de fomentar el crecimiento artístico de los jóvenes y niños de la comunidad. A la fecha han realizado dos giras por Italia, además de llevar su enorme talento a varios escenarios cautivando al público que ha estado presente.
Ya son 8 años los que la escuela tiene trabajando en Tepoztlán, Morelos, durante este tiempo 4 niños entraron en la Orquesta Infantil y Juvenil de México, en el año 2009 ganó el apoyo del Peam por crear la Orquesta Serenissima Tepozteca, quien mandó un alumno de contrabajo en la Escuela Nacional de Música y en este año también entró una alumna de violonchelo. Recientemente, estos jóvenes ofrecieron un concierto en el teatro Ocampo de la ciudad de Cuernavaca.
No es fácil ser músico. Beethoven decía que “el músico tiene el alma de un nómade y la disciplina de un soldado”. No basta con las ganas o la inspiración. Se necesitan tiempo, esfuerzo, dedicación. Horas y horas de práctica y estudio. Los que hemos tocado alguna vez instrumentos de viento sabemos que la mera producción del sonido puede implicar meses de frustración. Ni hablar de los instrumentos de cuerda frotada (violín, viola, cello, contrabajo). Los primeros acercamientos suelen ser extremadamente arduos. Nuestra imagen mental del violinista virtuoso no coincide con esos esfuerzos iniciales que se parecen más a un quejido de ultratumba.
¿Qué es lo que mueve, entonces, a un niño en esta árida travesía? ¿Qué lo acerca a la música? ¿Qué incentivo puede ser tan fuerte como para alentarlo durante los primeros tiempos? La respuesta es sencilla: maestros con vocación y programas culturales bien articulados, como el gran esfuerzo que realiza Andreas Toffanin con el apoyo de la asociación civil formada por los padres de familia de algunos jóvenes, se necesita mucho apoyo de la sociedad para no perder esta hazaña llena de amor y disciplina que necesitan nuestros niños y jóvenes de Morelos.